viernes, 9 de agosto de 2013

Konstantin Korovin



 "Korovin me dijo en una ocasión -escucho aún su voz profunda-, que ninguna obra debe ser nunca terminada por completo". Esto no es, ni mucho menos,una idea particular de Korovin. Ya que aquí, en el Este, a nuestro alrededor, en Alma Atá o más allá en Tash o en Ashjabad ello se convierte en una tradición. En una costumbre. Aquí en Asia central no se hallará un solo bordado, un solo dibujo en una alfombra, una sola orla alrededor de una tubeteica, ni un solo azulejo de filigrana azul en las gigantescas mezquitas, que no de una clara sensación de lo inconcluso. La costumbre nace de una creencia terrible: que aquello que sea terminado por completo se volverá ineluctablemente contra el destino de su creador. S. M. Eisenstein, Cinematismo, p.478.

No hay comentarios:

Publicar un comentario