viernes, 10 de septiembre de 2010

Cine e Historia (Agnés Varda)

BLACK PANTHERS, DE AGNÈS VARDA

El mes de mayo de 1968, mientras los gases lacrimógenos de la Policía francesa cargaban el aire de París y los estudiantes pretendían hacer realidad su utopía, Agnès Varda estaba en California. Mientras su marido, Jacques Demy, rodaba el largometraje Model Shop (1969), ella filmaba documentales y pequeñas digresiones de carácter ensayístico. Entre los trabajos californianos de Agnès Varda nos encontramos con un documental titulado Oncle Yaco, articulado como un homenaje a su tío de América, un pintor bohemio instalado en Sausalito, y también un ensayo sobre los compositores del espectáculo musical Hair, titulado Lions Love (1969). Entre estas dos piezas, la cineasta rodó su episodio de la película colectiva Loin du Vietnam y decidió analizar el movimiento de los Black Panthers, en uno de los momentos de mayor efervescencia y radicalización debido al encierro de su líder, Huey P. Newton. La película resultante de este último proyecto se mueve entre la celebración festiva y el discurso didáctico.
La cineasta se encuentra en las calles de Oakland con un movimiento fuerte que se proclama marxista-leninista, que quiere revindicar las raíces ancestrales de la comunidad afroamericana que vive en Estados Unidos y que promete seguir las máximas de su padre espiritual, Malcolm X. El mes de mayo de 1968 es un mes muy delicado dentro de la lucha de los afroamericanos por sus derechos. El 4 de abril de 1968 había sido asesinado en Memphis (Tennessee) Martin Luther King, quien había llevado a cabo una campaña de concienciación y lucha por los derechos de su comunidad a partir de una serie de postulados pacifistas. La muerte de Luther King había generado un profundo malestar que se contagió a las filas de los Black Panthers, movimiento cuya estrategia se oponía al pacifismo del líder del Movimiento para los Derechos Civiles. Los Black Panthers tenían una base marcadamente marxista, y entre sus propuestas figuraban la igualdad sin condiciones para los ciudadanos afroamericanos y que los hombres de raza negra quedasen exentos del servicio militar. Agnès Varda pretende en su documental dar a conocer quiénes son los Black Panthers, cuál es su simbología y cuáles son las bases de su ideología. Toda esta información es introducida mientras la cineasta filma a los miembros del movimiento manifestándose por la libertad de Huey P. Newton, encarcelado y acusado de homicidio. La directora muestra las manifestaciones que tienen lugar durante el proceso y entrevista a algunos de los activistas más destacados, como Bobby Seal, Stockey Carmichael y H. P. Brown. La película ofrece, incluso, una breve entrevista con Huey P. Newton en la cárcel. El tono festivo surge a partir del modo en que la directora filma el proceso de afirmación social del movimiento.
La curiosidad de Agnès Varda, con sus juegos de ruptura del relato para dedicarse a la búsqueda de pequeños detalles curiosos, se centra en esta ocasión en preguntarse cuál es el origen del peinado de las mujeres Black Panthers, con sus cabellos largos enteramente rizados. El deseo de documentar lo que está ocurriendo en el presente conduce a la cineasta a mostrar algún enfrentamiento con la policía. Con el paso de los años, más allá del valor coyuntural que posee la película, el trabajo de Agnès Varda ha pasado a ocupar un lugar dentro de ese cine militante que mostró en los años sesenta que en los Estados Unidos había estallado un claro deseo de cambio radical de la sociedad.

AGNÈS VARDA
Nacida en Bruselas el mes de mayo de 1928, ha jugado un doble rol esencial dentro del cine francés. Por una parte, su activismo feminista la ha convertido en una cineasta referencial para considerar las aproximaciones al universo femenino llevadas a cabo por el cine moderno. Cleo de 5 a 7 (1962), Una canta, la otra no (1977) o Sin techo ni ley (1985) muestran peculiares retratos de universos femeninos, rodados con marcada sensibilidad. La otra posición que ocupa Agnès Varda es como heredera de la Nouvelle Vague, movimiento con el que tuvo una relación colateral, pero que la llevó a una libertad absoluta de tono, pasando de la ficción al ensayo documental y de éste a las instalaciones artísticas. Una parte importante de sus trabajos juegan con un explícito componente biográfico, utilizando su propio yo y su propia existencia como materiaç fílmica Desde esta perspectiva, Les Plages d'Agnès es una autobiografía construida como introspección al cumplir sus ochenta años.

FILMOGRAFÍA SELECIONADA: 1954 La Pointe courte; 1962 Cleo de 5 a 7; 1965 La felicidad 1968 Black Panthers, cortometraje; 1969 Lions Love; 1976 Daguerréotypes; 1977 Una canta y otra no (L'une chante, l'autre pas); 1981 Murs,murs, murs; 1985 Sin techo ni ley (Sans toît, ni loi); 1988 Kung fu master!; 1988 Jane B par Agnès V; 1991 Jacquot de Nantes; 1995 Les Cent et une nuits; 2000 Los espigadores y la espigadora (Les Glaneurs et la glaneuse); 2004 Cinévardaphoto; 2008 Les Plages d'Agnès.
Fuente: Angel Quintana en Cahiers du cinema (España) nº 9

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