I. La primera visión
Lo más importante es tener una visión. Luego hay que empuñarla y retenerla en la memoria. No hay ninguna diferencia, si se está escribiendo el guión del film, o el plan de producción, o pensando en la solución de un detalle particular.
Se debe ver y sentir lo que se esta pensando. Se lo debe ver y empuñar. Se lo debe reservar y fijar en la memoria y en los sentidos. Y finalmente se lo debe realizar inmediatamente.
Cuando se está con mucha disposición para trabajar, las imágenes pululan bulliciosamente por la imaginación. Hay que mantenerse firme junto a ellas y atraparlas en el momento preciso.
Repentinamente se ve el contorno de toda una escena, y dibujándose ante esta mismo visión subjetiva, surge simultáneamente un primer plano en gran detalle: una cabeza circundada por un blanca golilla. (cont)
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